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[T] El circo macabro
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Re: [T] El circo macabro
El muchacho de cabello naranja se frota la cien, y Beatrice se jala nerviosamente de la oreja. Se deja jalar por la muchacha, y el pequeño niño se desliza la corbata azul. Ninguno de ellos parece centrado en la conversación, pues se han perdido la mayor parte de ella. Sin embargo, el mayor parece reaccionar y dice:—Miren... —Beatrice le mira rápidamente—, no deberían seguir aquí —se detuvo un instante a respirar, y se pasó la mano huesuda por la cacheta—. Haré que los escolten fuera —Y como si supiera que Joker acabaría perdiendo la compostura, Beatrice posa una mano sobre su hombro, y se permite interrumpirle—. Su esposa —Beatrice señala a un joven de cabello blanco parado detrás de ella. Él sólo mueve la cabeza para confirmar.
Como si volvieran al principio, los cuatro vuelven a ponerse nerviosos. ¡Demonios!, ¿qué harían ahora? Justo cuando parecía que habían rogado que las tierra se los tragase, un muchacho con una linterna se acerca a ellos. Está vestido con una remera amarilla muy desgastada y muy brillante, y unos pantalones iguales, pero de color marrón obscuro. Beatrice parece calmarse y se lanza velozmente a sus brazos:— ¡Caray!, ¿dónde te habías metido?
—Tranquila, sólo fuimos a investigar —Le dice. Ella se aparta confusa, pero inmediatamente responde a sus dudas—. Elmhe y yo, y hemos encontrado algo muy curioso —De detrás de sí salió Elmhe, un joven de cabello castaño, llevando a una muchacha de la mano (Shinae y Lyr)—: Ellas.
Joker suspira exasperado; ¡ya era demasiado! Pham (el niño del grupo) respiró profundo y habló:—Esto es complicado, pues nadie sabe qué está sucediendo, y no es coherente ir a buscar a... a la muchacha justo ahora —rodeó los ojos hacia atrás, donde se detuvo en el esposo de la desaparecida, a él pareció detenersele el corazón.
—Nos encargaremos de esto, ustedes..., no sé, deberán irse por esta noche —dice Joker y Beatrice le consiente con la mirada. Pronto, hace unas señas a los muchachos recién llegados y les dice que los lleven afuera. El mayor de ellos les hace señales con la mano para que lo sigan fuera, y les indica un carruaje. Todos irían juntos.
— OBJETIVOS
Bueno, lo único que deben hacer por ahora es abrir la puerta del carruaje y subir. El objetivo continua abajo, pero alguien (de preferencia el primero que postee) deberá abrir la puerta para que ocurra lo demás, ¿entendido?
SIETE CADÁVERES - Los ocho negritos
Dentro del carruaje encuentran 7 cuerpos. Todos ellos han muerto debido a un corte en la garganta. Los 7 son T (el hermano de Shinae), Jonathan (miembro del circo), 4 muchachos desconocidos y un pequeño enano con traje de payaso. Pero no hay señales de la muchacha desaparecida.
¿Qué harán ahora...?
- C O M E N T A R I O S:
- Bien, desde este punto se incorporarán los dos reemplazos, cuando postee quien encuentre los cadáveres. Junto a ustedes estába el grupo del circo. El presentador, Joker, Beatrice, Pham (el niño del primer acto), Hans y Elmhe; pero además hay dos de mis personajes (chicos como ustedes) Liam, David (el esposo de la desaparecida) y Kyota. Los incorporaré cuando posteen ustedes.
¡Vamos genial! Pronto rolearemos con las que están en corazón de melón, así que, a ponerle ganas ¿de acuerdo? <3
Si tienen preguntas me dicen, creo que no me he olvidado de nada. Recuerden que los han llevado a todos hasta el carruaje, ¿bien? Y nadie encuentra los cuerpos hasta que uno de ustedes abra la puerta. En la escena del carruaje junto a la puerta sólo van Hans y Elmhe. Joker, Beatrice y Pham se han ido a investigar. ¡Han encontrado 7 cuerpos a la vez!
De aquí, muévanse cómo quieran, esa es la idea. Ustedes tendrán objetivo general todas las noches, y pequeños durante el día. A partir de aquí todo lo que hagan tendrá respuesta.
Master
Re: [T] El circo macabro
"Un desaparecido" era lo único que pasaba por la mente de Sophia, no comprendía de que hablaban los demás y no quería saberlo, había sido mala idea dejar a su madre allí, había sido mala idea ir al circo y lo sabia, estaba nerviosa y solo quería volver a su casa. Anne seguro ya se había ido y si las personas del circo no se encargaban de devolverlos a todos a sus hogares, estaba perdida.
Por eso, fue algo tranquilizador cuando comprendió que los escolatarian a todos hacia un carruaje y que volverían a sus casas, sonrió muy levemente.
Con rapidez todos se dirigieron al carruaje, Sophia caminaba con calma, algo mas relajada al saber que por fin llegaría a casa. Realmente no sabia que le esperaba.
Cuando estuvieron frente al carruaje, la joven se dirigió hacia la puerta, pues nadie tenia mas emoción que ella de volver a casa con su familia. Sin embargo, cuando abrió la puerta y subió grito, grito con muchísima fuerza, como nunca antes lo había hecho. Ante ella 7 cadáveres con cortes en la garganta yacían, se sintió mareada, con ganas de vomitar y de un salto salio del carruaje, con los ojos perdidos y mordiéndose el labio.
Llorar, solo quería llorar, solo quería que todo fuera un mal sueño. Apoyo su mano contra el carruaje y simplemente vomito allí, sin importarle los demás, con los ojos llenos de lagrimas sintió que moría. Ni en sus peores pesadillas había imaginado que alguna vez vería un muerto,mucho menos había imaginado que vería 7, dentro de un carruaje, acompañada de personas que no conocía y solo por haber sido curiosa, solo por haber querido ayudar.
Se mantuvo con la mano en el carruaje y cerro sus ojos, la oscuridad era mejor que aquel horror y a pesar de ser una atrocidad, deseaba haber sido ciega, pues de ser así no habría visto eso. Lloro, hace tanto que no lloraba, las cristalinas lagrimas recorrieron sus mejillas, tenia miedo, mucho miedo ¿Y si a su madre le había pasado lo mismo? ¿Y si ella era la próxima? Quería ayuda, quería a su padre allí, quería a su madre, necesitaba un abrazo y un "todo esta bien". Era una niña, no estaba preparada para ver un cadáver, nadie estaba realmente preparado para ver un muerto.
Luego de unos minutos, se seco las lagrimas intentando incorporarse y apoyo su espalda contra el vehículo, le costaba respirar y tomaba grandes bocanadas de aire mientras miraba hacia el frente, todavía temblaba, tenia su mano izquierda cerrada, mientras intentaba tranquilizarse, pero en su mente todo era oscuro
- OffRol:
- Sophia es quien descubre los cadáveres, porque si, porque traumemos a las niñas (?)
Espero haber hecho todo bien y no escribir nada fuera de sitio (Que conociéndome seguro hice, mi memoria de pez me hace olvidar que escribí arriba y muchas veces me ha pasado que cambio de persona así porque si xD)
Perdonen si me quedo muy corto y si repito algunas palabras de manera excesiva, siento que lo estoy haciendo tan mal comparada con todos los demás xD
@Mixchie Sep, la novela es "Fuera de mi"/"Out of My Mind" Es sobre una niña de 11 años con parálisis cerebral que lo único que puede hacer es mover los pulgares, la novela es bastante tierna.
MeiLaing
Puntos : 5283
Fecha de inscripción : 06/01/2017
Re: [T] El circo macabro
Todos están nerviosos, se nota en el ambiente. Cada cual lo exterioriza de una manera, o no lo hace, pero la situación no es la idonia para comer palomitas. Se mantiene una pequeña conversación de pocas palabras, pero todas parecen vacías, sin nada de fondo importante.
[...]
Me relajo un poco cuando comienzan a hablar, pero no la suelto en ningún momento. Cuando por fin señalan a un hombre y dicen que es su esposa, automáticamente suspiro. Me da un poco de pena el hombre, pero por mi mente solo pasa que no a sido él. Un niño aparece, tiene las ropas muy desgastadas y una linterna. La presentadora corre y se lanza a sus brazos. Mantienen unas palabras y después aparecen unos niños.
Dicen que se encargaran ellos de esto y nos acompañan al carruaje. Yo no quiero ir. El aún está aquí. Es irónico pensar que estaba ansiosa de salir de allí y ahora no hago más que querer quedarme, más una pequeña parte de mi quiere irse. Opongo un poco de resistencia, pero al final me dejo llevar.
Cuando llegamos al carruaje, la niña con la que antes había hablado habré la puerta y pongo una mueca al verlo, ¿no se supone que tendría que abrir la puerta un caballero? Sinceramente no me había fijado en que estaba con nosotros. Espero mi turno para entrar, pero justo en ese instante pega un grito. Sale del carruaje y vomita, además se pone a llorar. Me pongo tensa. Cuelo mi cabeza hacia el interior y veo lo que ha hecho asustar tanto a la pequeña.
Siete muertos, ahí colocados, con perfectos cortes sobre sus gargantas. Como en los viejos tiempos. Yo por mi parte, los miro impasible, examinandolos para descubrir si alguno de ellos es el de el. Cada vez que muevo la cabeza y descubro que no se trata de esa persona, permito que algo de aire pase por mis pulmones. No, el no está ahí.
Miro al resto, que estan igual de sorprendidos.; y aprovechando la situación y el desconcierto. Me retiro pasando lo más inadvertida posible. Tengo que volver a la carpa. Tengo que volver al sitio donde lo deje. Tengo que encontrarlo.
- off rol:
Dios, pero qué bien sienta escribir XD. Tan solo han sido dos días, pero a mi me parece que a sido una eternidad T.T
Mei cariño, que sepas que yo amo a tu niña, y ni se te ocurre pensar que lo haces peor q te pego, a mi por mi parte me encanta como narras <3
Pd: Sorry si ya no puedo postear tan amenudo, justo que comienza lo bueno va y comienza el insti T.T (pero postear una vez al día por lo menos, dos con un poco de suerte)
Xiasama
Puntos : 5309
Fecha de inscripción : 06/01/2017
Localización : Yo hábito en tu imaginación...(^^)
Re: [T] El circo macabro
Desesperada, sus ojos inspeccionaban su alrededor de forma frenética, a pesar de no poder ver muy bien ni saber a dónde se dirigía. Le era difícil respirar, ¿y cómo no, si su hermano no había vuelto todavía a su lado? La angustia recorría cada parte de su pequeño ser, a tal punto que el tiempo parecía correr a cámara lenta y la sensación de no llegar a ningún sitio se hacía más fuerte. ¿Cuánto pasó y cómo? No tenía la menor idea, pero se encontró al cabo de un rato caminando en el interior de la carpa, siendo arrastrada por un muchacho castaño. Estaba con dos personas más además de él, una joven rubia en silla de ruedas y un circense de ropas brillantes, que le habría emocionado de no ser por la situación actual.
Como sería lógico, Shinae intentaba zafarse del agarre del desconocido, sin embargo jamás fue una chica de mucha fuerza. Los cuatro fueron a dar con el resto de personas presentes, siendo el de polera amarilla el recibido con más energía, pues la mujer que le robó un beso al presentador le abrazó preocupada, gesto que aumentó la culpa que llevaba la menor por no encontrar a su hermano todavía. Tenía un muy mal presentimiento y no se calmaría hasta no tener en sus brazos a quien le salvó la vida un millón de veces. En eso, un niño mencionó a alguien no podían ir a buscar, pareciendo ser el que escogía a una persona del público para el primer acto. Su ceño se frunció al igual que su corazón se contrajo, ¿realmente querían dejar a una dama abandonada? Más aún, parecía que tenía algún tipo de relación con el hombre de cabellos blancos, por lo que se negaba.
Tenía ahora dos razones para quedarse por ahí, ¡no se iría sin T ni la otra mujer desaparecida!—Por favor, suélteme…— Al contrario de la convicción que sentía en su interior, su voz delicada no parecía tener la suficiente autoridad para lograr un impacto, por lo que fue llevada hasta un carruaje en el exterior. Planeaba arrancar de nuevo a la carpa cuando se distrajeran, sin embargo una niña rubia, la misma con la que tropezó anteriormente, gritó al abrir la puerta del transporte. La curiosidad le ganó, ¿qué cosa habría causado tal reacción? Aunque quisiera saber, primero se preocupaba por la niña. Se acercó a ella y le acarició el cabello, intentando calmarla. Sentía miedo de ver el interior, por lo que se quedó unos momentos ahí. Esperó a que las lágrimas cesaran, por lo menos ligeramente, para sonreír con suavidad. Acto seguido y con el corazón en un puño, caminó dudosa hacia la puerta que se encontraba abierta, a sabiendas de que no le podría agradar para nada lo que había ahí.
Como sería lógico, Shinae intentaba zafarse del agarre del desconocido, sin embargo jamás fue una chica de mucha fuerza. Los cuatro fueron a dar con el resto de personas presentes, siendo el de polera amarilla el recibido con más energía, pues la mujer que le robó un beso al presentador le abrazó preocupada, gesto que aumentó la culpa que llevaba la menor por no encontrar a su hermano todavía. Tenía un muy mal presentimiento y no se calmaría hasta no tener en sus brazos a quien le salvó la vida un millón de veces. En eso, un niño mencionó a alguien no podían ir a buscar, pareciendo ser el que escogía a una persona del público para el primer acto. Su ceño se frunció al igual que su corazón se contrajo, ¿realmente querían dejar a una dama abandonada? Más aún, parecía que tenía algún tipo de relación con el hombre de cabellos blancos, por lo que se negaba.
Tenía ahora dos razones para quedarse por ahí, ¡no se iría sin T ni la otra mujer desaparecida!—Por favor, suélteme…— Al contrario de la convicción que sentía en su interior, su voz delicada no parecía tener la suficiente autoridad para lograr un impacto, por lo que fue llevada hasta un carruaje en el exterior. Planeaba arrancar de nuevo a la carpa cuando se distrajeran, sin embargo una niña rubia, la misma con la que tropezó anteriormente, gritó al abrir la puerta del transporte. La curiosidad le ganó, ¿qué cosa habría causado tal reacción? Aunque quisiera saber, primero se preocupaba por la niña. Se acercó a ella y le acarició el cabello, intentando calmarla. Sentía miedo de ver el interior, por lo que se quedó unos momentos ahí. Esperó a que las lágrimas cesaran, por lo menos ligeramente, para sonreír con suavidad. Acto seguido y con el corazón en un puño, caminó dudosa hacia la puerta que se encontraba abierta, a sabiendas de que no le podría agradar para nada lo que había ahí.
Cómo desearía haberse equivocado.
Cuánto quería reiniciar el día. Despertar y ver que nada había ocurrido aún.
Negar la invitación de su hermano y simplemente quedarse en casa, disfrutando de la sombra que les podía proveer.
Cuánto quería reiniciar el día. Despertar y ver que nada había ocurrido aún.
Negar la invitación de su hermano y simplemente quedarse en casa, disfrutando de la sombra que les podía proveer.
No podía pensar con claridad, todo era cubierto por una niebla. Todo menos él. Las lágrimas llenaron sus ojos en el instante, al tiempo que pronunciaba su nombre impregnado de incredulidad. Instintivamente dio un paso hacia atrás, pensando que quizás se trataba de alguien muy parecido a él, que lo habían clonado, ¡cualquier cosa, menos que estaba muerto! Al recapacitar, se trepó entre los cuerpos de otras seis personas, importándole un verdadero comino si se llenaba de sangre. Aunque eso sí, tenía la suficiente consciencia como para no golpear ni arruinar los cadáveres, pues seguramente tenían personas que se preocupaban por ellos y ya era suficiente con que dejaran este mundo. En cuanto vio su rostro frente a ella, prosiguió a tocar sus facciones para comprobar que fuese él, susurrando repetidos “no”. Temblorosa pasaba sus dedos por las mejillas, en un intento de encontrar calor.
Un grito se ahogó en su garganta; sentía que se desmayaría en cualquier momento. Las diminutas marcas estaban ahí, las infinitas cicatrices que daban cuenta de sus días más duros de su infancia.—…T…— Su llanto era amortiguado por la polera del mayor, mojando un poco la superficie de ésta. Apoyó su cabeza en donde debía estar su corazón, buscando algún palpitar rebelde, ignorando lo más posible el hecho del corte en su cuello. Quizás, solo quizás, aún podían salvarle. Tal vez, a pesar de que la temperatura ha disminuido considerablemente en su sistema, no ha sido lo suficientemente profundo como para asesinarle. ¡Había estado con él minutos antes, demonios! Buscaba todos los signos posibles, tocando con sus dedos índice y medio la muñeca contraria. Debía haber algo, ¡algo! Y no se cansaría hasta encontrarlo. A continuación levantó su polera para así sacar las vendas que cubrían su torso, solo para ver si realmente era él y si no tenía más heridas. Si salvar su vida significaba tener que correr hasta un hospital con su hermano a cuestas, lo haría sin dudar. Todo con tal de que ver su sonrisa burlona una vez más.
Un grito se ahogó en su garganta; sentía que se desmayaría en cualquier momento. Las diminutas marcas estaban ahí, las infinitas cicatrices que daban cuenta de sus días más duros de su infancia.—…T…— Su llanto era amortiguado por la polera del mayor, mojando un poco la superficie de ésta. Apoyó su cabeza en donde debía estar su corazón, buscando algún palpitar rebelde, ignorando lo más posible el hecho del corte en su cuello. Quizás, solo quizás, aún podían salvarle. Tal vez, a pesar de que la temperatura ha disminuido considerablemente en su sistema, no ha sido lo suficientemente profundo como para asesinarle. ¡Había estado con él minutos antes, demonios! Buscaba todos los signos posibles, tocando con sus dedos índice y medio la muñeca contraria. Debía haber algo, ¡algo! Y no se cansaría hasta encontrarlo. A continuación levantó su polera para así sacar las vendas que cubrían su torso, solo para ver si realmente era él y si no tenía más heridas. Si salvar su vida significaba tener que correr hasta un hospital con su hermano a cuestas, lo haría sin dudar. Todo con tal de que ver su sonrisa burlona una vez más.
- OffRol:
- Sorry por post llorón (?????) *rueda* Ays akjsdkjsahdkajshdas
NECESITO PISTAS, DÓNDE ESTÁN MIS PISTAAAAAAAAS (???) *Le pegan*Todos vamos a morir akjsdhasd :’DD Y sí, quiero confirmar si es de verdad T (???) :c
@MeiLaing Ohhh askjdhaskhdjksahd graciaaas, la voy a leer <3 *rueda emocionada* *^* Que dices niñaaaa ajkshdkjashdas Sophia es un amor:’c <3 todos sus posts enamoran ajksdhaksjdhkjsahdsa secundo a Xiasama~~ ajksdhjkashdsa :’D *le encanta cómo narra*
Suerte Xia con tus estudioos owo9
En cierto instante pudo sentir cómo su silla perdía el control, aumentando las probabilidades de impactar contra el suelo. De cierta forma, no le desagradaba del todo el momento por el que estaba pasando, ¿por qué? Le hacía sentir viva ligeramente, hacía surgir sentimientos que hace mucho dejó de experimentar, lo que significaba que no sería del todo malo caer. Sin embargo, unas manos le sujetaron con firmeza antes de resultar herida y la empezaron a mover con suavidad en dirección al centro del escenario, donde se reunían varios circenses y espectadores por una razón que desconocía, debido a estar entre tantas personas quejándose al salir por los problemas técnicos. Ni se dignó a agradecer o sonreír, al fin y al cabo sus acompañantes (porque también había un chico de cabellos castaños) estaban concentrados en observar los alrededores, investigando.
En el camino encontraron a una niña rubia alterada, intentando escapar del agarre que el hombre disponible ejercía sobre ella. Por su parte, solo se limitó a alzar una ceja por su comportamiento, ¿de qué servía pelear cuando claramente existía una diferencia abismal entre sus fuerzas? Le ignoró desde ese momento en adelante, dejándose llevar porque, bueno, tampoco es como si tuviese la capacidad de escapar, ¿no? Al llegar junto los demás, una hermosa mujer de cabellos castaños abrazó a quien le estaba ayudando a movilizarse, demostrando alivio por verle a salvo, o eso pensó la Windsor. Era un gesto que no comprendía del todo, al menos no desde que maduró y vio cómo funcionaba el mundo, pero otra vez, no es asunto de ella.
Sintió cómo algunas miradas se posaban en ellos cuando mencionaron encontrar “algo” curioso. Exacto, “algo”. Una sonrisa sarcástica amenaza por aflorar en sus labios, quizás era un mejor término para referirse a su persona, en lugar de denominarle “persona”; las explicaciones están de más. Acto seguido se coordinaron entre los presentes para dejarles ir a sus respectivos hogares en un carruaje, en el que irían todos juntos. Ante esto no pudo evitar preguntarse, ¿dónde dejarían su silla? Dudaba mucho que fueran cómodos si ella también se unía, pero aparentemente no fue necesario. Una niña rubia de ojos verdes gritó y vació su estómago tras saltar fuera del coche, llorando al costado con temblores poseyendo su frágil cuerpo. Por su parte, una albina se escabulló después de haber inspeccionado con la vista el interior, gesto que no pasó desapercibido por Lyr. También fue capaz de escuchar llantos en el interior, pues la joven que encontraron los dos circenses había entrado en cuanto vio la escena.
Le costó enterase de qué ocurría, pero en cuanto un hueco se hizo presente entre los demás, pudo observar el crimen llevado a cabo. Siete cuerpos, siendo uno de ellos revisado frenéticamente por la misma que se lamentaba de su muerte, y otro por un pelinegro que no dejaba de sonreír suavemente. Suspiró y cerró sus párpados al unísono, no por la conducta del último, sino de la primera. Al volver la vista a la del vestido, pensaba que era inútil comportarse de dicha manera, pues no le traería de vuelta ni en un millón de años. Tampoco estaba sorprendida por la grotesca vista, al haber sido testigo de heridas provocadas con mucha más violencia que aquella. Por lo mismo, simplemente se quedó impasible mientras veía las acciones de los demás. Lo único que sí cambió, fue una ligera sonrisa en su rostro que duró una milésima. Tomando en cuenta que un asesino estaba suelto por ahí, probablemente la utilizarán de carnada a ella o, en otro caso menos llamativo, la dejarán atrás a su suerte, lo que significaba que no tendría que preocuparse de volver a casa y su faceta no sería necesaria.
En el camino encontraron a una niña rubia alterada, intentando escapar del agarre que el hombre disponible ejercía sobre ella. Por su parte, solo se limitó a alzar una ceja por su comportamiento, ¿de qué servía pelear cuando claramente existía una diferencia abismal entre sus fuerzas? Le ignoró desde ese momento en adelante, dejándose llevar porque, bueno, tampoco es como si tuviese la capacidad de escapar, ¿no? Al llegar junto los demás, una hermosa mujer de cabellos castaños abrazó a quien le estaba ayudando a movilizarse, demostrando alivio por verle a salvo, o eso pensó la Windsor. Era un gesto que no comprendía del todo, al menos no desde que maduró y vio cómo funcionaba el mundo, pero otra vez, no es asunto de ella.
Sintió cómo algunas miradas se posaban en ellos cuando mencionaron encontrar “algo” curioso. Exacto, “algo”. Una sonrisa sarcástica amenaza por aflorar en sus labios, quizás era un mejor término para referirse a su persona, en lugar de denominarle “persona”; las explicaciones están de más. Acto seguido se coordinaron entre los presentes para dejarles ir a sus respectivos hogares en un carruaje, en el que irían todos juntos. Ante esto no pudo evitar preguntarse, ¿dónde dejarían su silla? Dudaba mucho que fueran cómodos si ella también se unía, pero aparentemente no fue necesario. Una niña rubia de ojos verdes gritó y vació su estómago tras saltar fuera del coche, llorando al costado con temblores poseyendo su frágil cuerpo. Por su parte, una albina se escabulló después de haber inspeccionado con la vista el interior, gesto que no pasó desapercibido por Lyr. También fue capaz de escuchar llantos en el interior, pues la joven que encontraron los dos circenses había entrado en cuanto vio la escena.
Le costó enterase de qué ocurría, pero en cuanto un hueco se hizo presente entre los demás, pudo observar el crimen llevado a cabo. Siete cuerpos, siendo uno de ellos revisado frenéticamente por la misma que se lamentaba de su muerte, y otro por un pelinegro que no dejaba de sonreír suavemente. Suspiró y cerró sus párpados al unísono, no por la conducta del último, sino de la primera. Al volver la vista a la del vestido, pensaba que era inútil comportarse de dicha manera, pues no le traería de vuelta ni en un millón de años. Tampoco estaba sorprendida por la grotesca vista, al haber sido testigo de heridas provocadas con mucha más violencia que aquella. Por lo mismo, simplemente se quedó impasible mientras veía las acciones de los demás. Lo único que sí cambió, fue una ligera sonrisa en su rostro que duró una milésima. Tomando en cuenta que un asesino estaba suelto por ahí, probablemente la utilizarán de carnada a ella o, en otro caso menos llamativo, la dejarán atrás a su suerte, lo que significaba que no tendría que preocuparse de volver a casa y su faceta no sería necesaria.
- OffRol2:
- Cualquier cosa, puse que Ren revisaba el cuerpo de Jonathan, pero no he posteado con él porque estoy esperando post de master (????) *rueda* Pronto escribiré con él, de todas formas <3
Re: [T] El circo macabro
Siete, siete, el número de la mala suerte y también el número de cadáveres que se encuentran dentro de un carruaje. Todos ellos con coretes perfectos en sus gargantas, ningún superviviente. Los que miran la escena están todos llenos de conmoción, algunos tristes, otros asqueados, otros aliviados, y otros... con extraños sentimientos. Todos tienen algo en mente, pero nadie parece exteriorizar lo que piensa verbalmente, haciendo que las dudas se queden dentro de uno. Una chica, de cabello blanco se aleja del grupo, queriendo pasar inadvertida, cosa que no logra completamente, más logra alejarse sin ser por el momento perseguida. Ese parece ser su plan.
[...]
Al principio ando, un par de pasos más tarde mi paso se acelera, y al final corro. Corro casi desesperadamente hacia la carpa que parece tan lejana. Antes de ver la escena, había creído que aunque no llegase a encontrarlo el estaría bien, esperándome como siempre y dispuesto a regañarme por desaparecer tan de improvisto, más ahora ya no las tenía todas conmigo, casi diría que no tenía ninguna con migo. Sabía que alejarme era lo peor que podía hacer, que en el grupo estaría a salvo, que si me atacaban tenía más posibilidades de salir herida sola, pero ya era tarde para recapacitar.
Siete muertos. Creo que había contado bien. Siete muertos y un desaparecido. Miento. Dos desaparecidos, él tampoco estaba. Esto era malo, muy malo.
Hacia verdadero tiempo que no corría así, últimamente había ganado un par de quilos, y esto evitará que tuviera la velocidad de antaño. El vestido pesaba y correr con tacones era una tarea titánica. En un momento me resbalé y caí contra el duro suelo. Apenas note el dolor, me limite a quitarme el calzado y proseguir con mi alcocada persecución hacia una persona de la que desconocía su padaredo. Si me hubiera pasado esta situación apenas un par de días antes, lo más probable hubiera sido que eligiera la opción más sencilla. Más no fue el caso, y me complique la vida.
Miles de pensamientos sobre lo que le podía suceder se instalaban en mi mente, haciendo que temiera lo peor, pero hasta que no encontrará su cadáver no pararía de buscar. Si, en estos momentos estoy teniendo pensamientos suicidas, y ni siquiera se la razón de que aparezcan, pero lo único que dicta mi mente es que lo encuentre. Esa palabra no quería apartarse ni un solo segundo de mi conciencia, me presionaba y enfurecía. La gran carpa que antes se veía majestuosa y grande, ahora la comparaba con la boca de un lobo. Y yo iba directa ahí.
Cuando me encontraba a un par de pasos, tropecé. Puede que tropezara con una piedra, o simplemente con el aire, pero me sorprendía al encontrarme de nuevo pegada al suelo. Lo de antes lo entendía, con tacones era imposible correr, pero ahora, que estaba libre de ataduras, me resultó muy chocante, ya que no era una chica que conociera demasiado bien los golpes, choques o tropezones. Podía haber seguido corriendo como una auténtica posesa, pero en cambio volví la vista inundada por un nuevo sentimiento. Curiosidad.
- off rol:
Vale, no me digáis nada, pero tenía dos opciones, mates el rol y después de mucho pensar y divagardos segundos XDdecidí aprovechar mi tiempo u.u
En el objetivo no ponía exactamente cuántos post se podían escribir, así que decidí hacer otro, si es problema avísenme que lo borro *huye*
Pd: ¡Ya están las cabeceras de Shinae y Lyr! ¡Sopita para todos! Aunque tengo que decir que hecho de menos a Ren T.T
Pd2: Que alguien más envié a su pj a una muerte segura, que así tengo menos posibilidades de extrenar tumba n.n
Xiasama
Puntos : 5309
Fecha de inscripción : 06/01/2017
Localización : Yo hábito en tu imaginación...(^^)
Re: [T] El circo macabro
Se cubrió la boca cuando la pequeña abrió la puerta. ¿Qué demonios?; se alejó dos pasos hacia atrás y se permitió mirar hacia otra lado. Quizá era el que más control llevaba sobre la situación. La muchacha que abrió el carruaje se apartó a un lado, y él no vio lo que hizo, pero bien lo sabía. Otra, y probablemente la que más preocupación le inspiró, fue la pequeña rubia que se montó en los cadáveres.
Estuvo de a punto de acercarse a ella, cuando vio como el pequeño de pelo negro se acercaba, y parecía revisarlos. No le pareció imprudente, pero sí idiota. Qué campante, siendo que eran cuerpos fríos y con sangre y mugre, iría a tocarlos. Se llevó una mano a la boca, le daban unas náuseas tremendas.
Pero sobre todo ello, no entendí qué podía haberles sucedido. O quién lo habría hecho. Los jóvenes que los habían acompañado parecían igual de sorprendidos, pero no hablaban con ellos, sino entre ellos. Quizá estaban aún más nerviosos que todo el grupo, a excepción de la pobre niña que, según entendió, conocía a uno de los presentes. Estaba bien, no era una persona con una enorme empatía. Sólo le importaba una persona en este mundo, y era una pequeña revoltosa de cabello blanco, muy largo. Pero no por ello dejaría a la joven de lado.
Dio unos pasos hacia adelante, y se colocó detrás de ella. Haciéndole mirar hacia él, le sonrió y colocó una mano sobre su hombro. Quería apartarla de ese lugar, pero no pretendía obligarla a hacer nada. Con sumo cuidado, fue corriendo la mirada al pelinegro, muy cerca. Las coincidencias no le eran especialmente importantes, pero vaya que esta era a una nueva forma de sorprenderlo.
El olor a tierra le estaba asqueando. Estaba acostumbrado, mal acostumbrado, pero lo conocía. En Whitechapel morían personas todos los días, y no era novedad. Él lo veía con muchísima frecuencia, tanto, que aquellos cortes le eran insignificantes. No negaba que había una inseguridad flotando en su interior: tenía miedo. Estaba a punto de caer de rodillas de los nervios. Pero había una fuerza que lo mantenía en pie, pues entendí que si habían muerto tantas personas, que fuera el siguiente era una buena oportunidad, y tenía que huir. Tenía que hacerlo ya.
- C O M E N T A R I O S:
- En los cuerpos no encuentran nada, aún. Se les han quitado todo, incluso sus pertenencias. 3 Pero eso no significa que no haya nada a su alrededor
Sé que Eyrene se tropezó, y te pido que esperes a que una de tus nuevas compañeras postee. Ella tiene tu objetivo, ¿de acuerdo? Los demás, pueden continuar moviéndose.
Última edición por Master el Vie Ene 13, 2017 6:13 am, editado 2 veces
Master
Re: [T] El circo macabro
Con gran esfuerzo enfocó su atención en los circenses, escuchando cómo mencionaban que la desaparecida había sido la esposa de un hombre de cabellos blancos, que no tenía muy buena cara cuando el niño que le eligió, dudaba en voz alta de si ir a buscar a la joven. Más personas se reunían junto a ellos, creando un grupo de tamaño considerable entre todos hasta que el presentador decidió mandarlos a sus casas, mencionando que les escoltarían a un carruaje. El gato de Cheshire les siguió sonriente, pero más silencioso de lo que acostumbraba, después de todo no había mucho qué decir en esos momentos, ¿no? A paso despreocupado, quedó un poco atrasado en comparación a los demás, que en cuanto abrieron la puerta del transporte, fueron envueltos por la sorpresa.
Con curiosidad les alcanzó, estirando el cuello para tener una mejor vista de lo que provocó el grito de una chica rubia y su posterior… incidente. Otra de sus mismas características pero con vestido blanco se internó en el vehículo, así que se propuso hacer lo mismo. Fue en ese instante que fue testigo de una vista grotesca; siete cadáveres compartían el espacio, cada uno con su propio corte en la garganta. Tranquilo, a diferencia de la gran mayoría, se acercó hasta poder revisar el cuerpo de un miembro del circo, ignorando olímpicamente los llantos y el sufrimiento de la muchacha a su lado, que buscaba desesperada un signo de vida en el que llamaba “T”, pero parecía ser obvio que ya dejó el mundo de los vivos tiempo atrás. Una sonrisa ligera se formó en sus labios, que fue visualizada por la que estaba en silla de ruedas, sin que se diera cuenta.
No correspondía al tiempo ni situación, pero desde un principio ha declarado que no le importa, ¿no se notaba aún? Mordió su índice hasta notar el sabor metálico en su boca, haciendo el gesto con la espalda hacia la puerta, fingiendo seguir rebuscando en el hombre muerto. —Qué lástima~— Pero, como era de esperar, su voz denotaba todo menos dicho sentimiento que exteriorizaba en palabras, saliendo de un salto y encontrándose frente a frente con el de pecas, que había estado consolando a la –ahora- huérfana. Se quedó ahí unos segundos, para así extender sus labios de oreja a oreja en son de burla, sin embargo había un rastro de frialdad en sus ojos. —Bu~— No fue fuerte, de hecho, apenas se podría calificar de susurro. Juguetón dejó un trazo de sangre (lo suficientemente acumulada en su dedo) en la mejilla contraria, pues parecía que de un segundo a otro acabaría como la que abrió la puerta.
Campante se alejó de ahí, tarareando al tiempo que buscaba algo que hacer, ¿quizás investigar? O así le dirían otras personas; él, por su parte, simplemente quería divertirse como fue su objetivo inicial. Si el espectáculo fue cancelado, ¡no importaba~! Él mismo podía hacer uno en esos instantes, molestando a los presentes.—Hey~~ Niño de corbata~— Canturreó mientras se internaba en la carpa principal, yendo más allá del escenario para buscarle donde solían juntarse las estrellas antes de presentarse, es decir, el tras bambalinas. Pronto se encontró en un cuarto, le costaba un poco ver incluso con su costumbre de estar en la oscuridad casi todo el tiempo, por lo que se tropezó con un escritorio. ¿Cuántos golpes más tendría ese día? De todas formas, tanteó la superficie hasta encontrar cajones, revisando todo lo que pudiese.
Con curiosidad les alcanzó, estirando el cuello para tener una mejor vista de lo que provocó el grito de una chica rubia y su posterior… incidente. Otra de sus mismas características pero con vestido blanco se internó en el vehículo, así que se propuso hacer lo mismo. Fue en ese instante que fue testigo de una vista grotesca; siete cadáveres compartían el espacio, cada uno con su propio corte en la garganta. Tranquilo, a diferencia de la gran mayoría, se acercó hasta poder revisar el cuerpo de un miembro del circo, ignorando olímpicamente los llantos y el sufrimiento de la muchacha a su lado, que buscaba desesperada un signo de vida en el que llamaba “T”, pero parecía ser obvio que ya dejó el mundo de los vivos tiempo atrás. Una sonrisa ligera se formó en sus labios, que fue visualizada por la que estaba en silla de ruedas, sin que se diera cuenta.
No correspondía al tiempo ni situación, pero desde un principio ha declarado que no le importa, ¿no se notaba aún? Mordió su índice hasta notar el sabor metálico en su boca, haciendo el gesto con la espalda hacia la puerta, fingiendo seguir rebuscando en el hombre muerto. —Qué lástima~— Pero, como era de esperar, su voz denotaba todo menos dicho sentimiento que exteriorizaba en palabras, saliendo de un salto y encontrándose frente a frente con el de pecas, que había estado consolando a la –ahora- huérfana. Se quedó ahí unos segundos, para así extender sus labios de oreja a oreja en son de burla, sin embargo había un rastro de frialdad en sus ojos. —Bu~— No fue fuerte, de hecho, apenas se podría calificar de susurro. Juguetón dejó un trazo de sangre (lo suficientemente acumulada en su dedo) en la mejilla contraria, pues parecía que de un segundo a otro acabaría como la que abrió la puerta.
Campante se alejó de ahí, tarareando al tiempo que buscaba algo que hacer, ¿quizás investigar? O así le dirían otras personas; él, por su parte, simplemente quería divertirse como fue su objetivo inicial. Si el espectáculo fue cancelado, ¡no importaba~! Él mismo podía hacer uno en esos instantes, molestando a los presentes.—Hey~~ Niño de corbata~— Canturreó mientras se internaba en la carpa principal, yendo más allá del escenario para buscarle donde solían juntarse las estrellas antes de presentarse, es decir, el tras bambalinas. Pronto se encontró en un cuarto, le costaba un poco ver incluso con su costumbre de estar en la oscuridad casi todo el tiempo, por lo que se tropezó con un escritorio. ¿Cuántos golpes más tendría ese día? De todas formas, tanteó la superficie hasta encontrar cajones, revisando todo lo que pudiese.
Re: [T] El circo macabro
El día anterior había tenido que dirigirse al distrito de Whitechapel, y no porque ella quisiese, sino porque había un motivo que la obligaba: negocios. Era bien sabido que Deborah nunca se movería de su pueblo sin un motivo de por medio, odiaba los lugares desconocidos y, sobre todo, odiaba viajar, el trayecto siempre se le hacía interminable. Sin embargo, en esta ocasión, y sabiendo que podía quitar una buena cantidad de dinero, había aceptado dejar su casa por unos días. Encontrar un lugar para quedarse no había sido complicado, pero no había conseguido descansar en toda la noche, como siempre que visitaba un lugar nuevo le resultaba imposible sentirse cómoda allí. Las primeras luces del día hacen su aparición y, con eso, la hora en la que había quedado con su negociador se acercaba. Deborah no tarda más de cinco minutos en prepararse y salir a la calle, más una vez fuera le resulta imposible no notar la gran cantidad de boletos desperdigados que había en todas direcciones, mirases donde mirases había alguno. — Un circo ... — es lo único que pasa por la mente de la joven al tomar uno de los papeles entre sus manos.
A lo largo de su vida nunca había presenciado la actuación de un circo, era algo que no le había interesado. Aunque seamos sinceros, la vida de Deborah no podría definirse como "interesante"; siempre hacía lo mismo y no cambiaba su rutina. Sin embargo, en esta ocasión le creó cierto interés, por el simple motivo de que nadie se había percatado de su llegada la noche anterior. Observa la hora, aun tenía tiempo suficiente para ver parte de la actuación y descubrir si en realidad era interesante o simplemente una pérdida de tiempo.
Trás tomar un pequeño refrigerio se encamina al lugar donde estaba la carpa del circo. Una vez allí una mueca se forma en su rostro, ¿cómo podía ser que nadie se hubiese dado cuenta de la llegada de algo tan grande? Un ruído, una persona que se encontrase fuera a esas horas de la noche o incluso un simple borracho. Pero no, nada, para todos los habitantes del distrito había resultado una gran sorpresa.
La mirada de la joven se posa en dos niñas que pasan a su lado, ambas tendrían aproximadamente catorce años, en sus rostros se notaba la alegría que sentían por poder ver la actuación. Deborah no podía comprender cómo podían estar tan felices por algo tan insignificante; si, podría resultar "divertido" durante unas horas, ¿pero luego qué? Luego nada, el circo desaparecía del mismo modo que apareció.
Nuevamente continúa su camino a la carpa principal, deseando que venir hasta este lugar no hubiera sido un error. Es entonces cuando su mirada se posa en los baños, situados justo detrás de la carpa, y tras meditarlo unos segundos decide entrar en uno de ellos. No demora mucho dentro y cuando finalmente se dispone a salir la puerta no abre. — Maldición ... — piensa mientras empuja la puerta con todas sus fuerzas, llegando incluso a darle una patada; sin embargo todos sus esfuerzos son en vano, la puerta de madera se había atorado. ¿Qué podía hacer? No pensaba gritar para pedir ayuda, prefería quedarse encerrada ahí dentro hasta que alguien viniese. Pero no podía permitirse eso, por el contrario la hora de su cita pasaría y el negocio se iría a la mierda. Un suspiro de frustración sale de sus labios al mismo tiempo que se sienta en el suelo, agarrando su cabeza con sus manos, pensando en una manera de salir de ese lugar.
No sabía cuanto tiempo había pasado, pero se imaginaba que la función ya habría dado comienzo debido al ruído que había alcanzado a escuchar minutos atrás. Se pone en pie nuevamente, haciendo un nuevo intento. Empuja la puerta varias veces más hasta que, cuando ya está cerca de rendirse, la puerta se abre de golpe. Sin esperar un segundo más comienza a correr en dirección a la salida, tenía que salir de allí lo antes posible o por el contrario sería tarde. Iba tan metida en su mundo, un mundo desconocido para el resto, que no se dio cuenta de la muchacha que iba corriendo en su dirección, provocando que ambas chocasen y, como consecuente, se cayese al suelo.
En unas décimas de segundo Deborah ya había abierto los ojos (los cuales había cerrado anteriormente con el golpe) y se había quedado observando a la joven [Eyrene] que tenía enfrente. A simple vista parecía que estaba preocupada por algo, más era un tema que a Deborah no le importaba en lo más mínimo, ella tenía sus propios problemas y no tenía tiempo para preocuparse por los de los demás. Finalmente se levanta, limpia su ropa un poco y se queda observando fijamente a la otra muchacha, esperando dios sabe qué.
A lo largo de su vida nunca había presenciado la actuación de un circo, era algo que no le había interesado. Aunque seamos sinceros, la vida de Deborah no podría definirse como "interesante"; siempre hacía lo mismo y no cambiaba su rutina. Sin embargo, en esta ocasión le creó cierto interés, por el simple motivo de que nadie se había percatado de su llegada la noche anterior. Observa la hora, aun tenía tiempo suficiente para ver parte de la actuación y descubrir si en realidad era interesante o simplemente una pérdida de tiempo.
Trás tomar un pequeño refrigerio se encamina al lugar donde estaba la carpa del circo. Una vez allí una mueca se forma en su rostro, ¿cómo podía ser que nadie se hubiese dado cuenta de la llegada de algo tan grande? Un ruído, una persona que se encontrase fuera a esas horas de la noche o incluso un simple borracho. Pero no, nada, para todos los habitantes del distrito había resultado una gran sorpresa.
La mirada de la joven se posa en dos niñas que pasan a su lado, ambas tendrían aproximadamente catorce años, en sus rostros se notaba la alegría que sentían por poder ver la actuación. Deborah no podía comprender cómo podían estar tan felices por algo tan insignificante; si, podría resultar "divertido" durante unas horas, ¿pero luego qué? Luego nada, el circo desaparecía del mismo modo que apareció.
Nuevamente continúa su camino a la carpa principal, deseando que venir hasta este lugar no hubiera sido un error. Es entonces cuando su mirada se posa en los baños, situados justo detrás de la carpa, y tras meditarlo unos segundos decide entrar en uno de ellos. No demora mucho dentro y cuando finalmente se dispone a salir la puerta no abre. — Maldición ... — piensa mientras empuja la puerta con todas sus fuerzas, llegando incluso a darle una patada; sin embargo todos sus esfuerzos son en vano, la puerta de madera se había atorado. ¿Qué podía hacer? No pensaba gritar para pedir ayuda, prefería quedarse encerrada ahí dentro hasta que alguien viniese. Pero no podía permitirse eso, por el contrario la hora de su cita pasaría y el negocio se iría a la mierda. Un suspiro de frustración sale de sus labios al mismo tiempo que se sienta en el suelo, agarrando su cabeza con sus manos, pensando en una manera de salir de ese lugar.
No sabía cuanto tiempo había pasado, pero se imaginaba que la función ya habría dado comienzo debido al ruído que había alcanzado a escuchar minutos atrás. Se pone en pie nuevamente, haciendo un nuevo intento. Empuja la puerta varias veces más hasta que, cuando ya está cerca de rendirse, la puerta se abre de golpe. Sin esperar un segundo más comienza a correr en dirección a la salida, tenía que salir de allí lo antes posible o por el contrario sería tarde. Iba tan metida en su mundo, un mundo desconocido para el resto, que no se dio cuenta de la muchacha que iba corriendo en su dirección, provocando que ambas chocasen y, como consecuente, se cayese al suelo.
En unas décimas de segundo Deborah ya había abierto los ojos (los cuales había cerrado anteriormente con el golpe) y se había quedado observando a la joven [Eyrene] que tenía enfrente. A simple vista parecía que estaba preocupada por algo, más era un tema que a Deborah no le importaba en lo más mínimo, ella tenía sus propios problemas y no tenía tiempo para preocuparse por los de los demás. Finalmente se levanta, limpia su ropa un poco y se queda observando fijamente a la otra muchacha, esperando dios sabe qué.
- Off Rol OwO:
- ¡Yeeeeei! No me creo que esté roleando por aquí OwO en verdad estoy super contenta jj ... Bueno, soy penosa para las bienvenidas pero ... Espero que nos llevemos bien y nos divirtamos muchísimo, que seguro que si, este rol es demasiado interesante <3 Em ... Deborah es un poco rara, puede resultar bastante odiosa a veces, así que pido disculpas ya por situaciones futuras que pueda provocar xD ... Y así sería todo, me encantan vuestros personajes, son todos muy adsadasdasd ?)
Oh, creo que en el post está claro pero la chica con la que Deb se choca es Eyrene nwn y perdona por adelantado su actitud @Xiasama uwu' ella no habla nunca, pero -aunque no lo diga- le resultó curiosa tu niña y se la quedó observado xD no la odies muchito jajaja o si, como quieras <3 xD
PD: el post lo hice desde el cel (mi PC me trollea siempre uwu) así que perdonad si hay alguna faltilla por el medio. Cualquier cosa que haya que cambiar me dices Haru ^^
LorenaStark18
Puntos : 5270
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Localización : 'Sigo nadando a la nada; un barco sin puerto.'
Re: [T] El circo macabro
Poco a poco se calmaba, ya no lloraba, pero su respiración aun era un poco agitada, no podían culparla era una niña que nunca había conocido la maldad y que había tenido que ver tan desgarradora escena.
Poco a poco recupero la compostura, segundos atrás alguien había posado su mano y le había acariciado la cabeza, pero ahora solo podía escuchar llantos ahogados que venían de dentro del carruaje, suspiro mientras se erguía como podía. Se aclaro la voz. —Disculpen por que hayan tenido que ver....eso— Su voz era clara e inspiraba seguridad, aunque no se sentía la reina del mundo en ese preciso instante —Comprenderán que fue demasiado impacto para mi, realmente lo siento.
Realizo una pequeña reverencia, realmente no sabia porque se estaba disculpando, pero sentía que debía hacerlo.
Noto que algunas personas ya se habían ido y pensó en su madre, realmente quería que nada le pasara, quería encontrarla e ir a casa, poder olvidar todo, pero por como iban las cosas eso no parecía posible.
Su vista se poso en una chica sobre una silla de ruedas, Sophia solo había visto a una persona así en toda su vida y su madre no la había dejado hablarle, por lo cual se acerco lentamente, arrastrando su negro vestido. Le sonrió levemente al estar a su lado —Hola...—Realizo una suave reverencia presentándose, aunque no sabia como seguir la conversación, especialmente porque ella no había respondido su saludo. Recordó que su madre siempre le había prohibido hablar con extraños y se estremeció, pensó en dejarla ahí, pero eso era inhumano, no podía simplemente hablarle a alguien y luego irse, así que se quedo allí a su lado, aunque ella no contestara. Simplemente se dedico a sonreírle, intentando encontrar algo ingenioso que decir, pero no se le ocurría nada, todo el mundo era tan diferente y a Sophia le costaba tanto comprenderlos.
- OffRol:
- Un post cortito de relleno porque tenia ganas de postear algo. Decidí que Sophia "hablara" con Lyr porque la note muy sólita,a ver si podemos hacer que esto llegue a algo xD
Bienvenida @Lorenastark18 ! Espero que te la pases super genial con nosotras >w< A ver si nuestros personajes hablen en algún momento.
MeiLaing
Puntos : 5283
Fecha de inscripción : 06/01/2017
Re: [T] El circo macabro
De acuerdo, ¡de acuerdo!, no era hombre valiente, nunca lo había sido. Pero se reprimió por la reacción. Soltó un gritillo de princesa, y como buena niña asustada se llevó una mano al pecho. Entendía que estaba exagerando, y que la respuesta tardó más de lo habría querido. Pues podría haberse recuperado, estaba a punto de intentarlo, cuando la muchacha se disculpó, haciéndole volver la imagen a la mente. Sin mencionar, que aún no se había limpiado la mejilla. Lo hizo, rápido y con la manga, ocultándose mentalmente lo que estaba haciendo.
Después, le siguió instintivamente con la mirada, viéndole alejarse hacia la arena del espectáculo. Por supuesto, iría tras de él. Estaba lo suficientemente idiota para hacerlo; además, podría desmayarse, y prefería caer junto a alguien conocido. Se dejó observar al resto del grupo mientras se alejaba, intentando asegurarse de que la pequeña rubia estuviera bien. Cuando se hubo hecho el suficiente espacio, comenzó a acelerar. Lo alcanzó al poco tiempo, oyéndole llamar a alguien.
¿Por la corbata, enserio?, pensó. Deben haber más de 50 hombres con cortaba allí dentro. Es parte de un traje...
Se dejó llegar detrás de él, balanceándose como una hoja, mirando hacia todos lados. Le vio entrar en lo que parecía una habitación pequeña, tras una cortina. Si mal no recordaba, de allí habría salido el pequeño niño que inició el acto del circo. De haber estado solo, habría salido corriendo de ahí. ¿Quién, enserio quién, hacía eso? ¡Pues claro!, no podría imaginarme a nadie que no fuera él...
—¿Buscando la muerte? —murmuró, sonriéndole, mientras le observaba revisar los cajones.
Master
Re: [T] El circo macabro
Por suerte encontró, entre pertenencias que no le interesaban demasiado, una lámpara de gas que podría servirle para iluminar el sector a medida que exploraba. Sin embargo y de forma repentina, escuchó alguien caminar tras de sí. Quizás, si se tratara de cualquier otra persona, su corazón no saltaría con tanto terror, pero no podía evitar tal reacción de supervivencia si se encontraba con el de cabellos naranjos. La voz masculina contraria cruzó la pequeña habitación, una pregunta sencilla, pero un tono que le ponía los pelos de punta. Sintió la necesidad de golpear algo, cualquier cosa, para calmar la molestia que carcomía sus entrañas. Sin embargo, simplemente sonrió burlón en su lugar, sin enfrentarle sino hasta haber prendido el artefacto, siendo cubierto por una iluminación tenue.
Alzó sus ojos carmesíes al instante que avanzaba, después de cerrar el cajón, claro está. A solo unos pasos de distancia, parecía un felino que acechaba a su presa, ¿y cómo no asemejarse a uno, cuando el mismo muchacho que se paraba frente a él, gritó cual damisela en peligro con solo unas gotas de sangre? —No es necesario… Siempre está cerca~. Tan solo jugamos a pillarnos.— Pudo notar cómo su manga estaba manchada, provocando una risa que sonaba más a ronroneo, pero sin dejar el tinte de peligro y frialdad que salía automáticamente en su compañía.—Vamos, princesa, no querrás encontrarte con ella, ¿cierto~?— Es decir, en pocas palabras le sugería que se alejara de su propia persona, ya suficiente paciencia había tenido hasta el momento.
Con calma se giró sobre su eje de equilibrio, para así caminar a un ritmo que él mismo creó en su cabeza, junto con tararear suavemente en la oscuridad de la noche. Dudaba que le siguiera, no parecía tener tantos tornillos sueltos, aunque… si lo pensaba bien, Kyota no tenía muchas neuronas, que digamos. Campante movía sus piernas con constancia hasta llegar a la puerta de entrada, siguiendo la forma de la gran carpa por el borde, cuando encontró una que le llamó la atención. Estaba a la izquierda de la principal, y como no estaba tan lejos, pensó que podría partir por ahí. Sin embargo, tampoco se apuró demasiado al imaginar qué tan asustado estaría el mayor. "No tiene remedio." Suspiró insonoramente, pues aunque le quisiera lo más lejos posible, tampoco quería tener que cargar con la muerte de alguien y explicarle a los demás qué sucedió; sería demasiado problemático, y ya es de conocimiento universal que prefería esforzarse lo menos posible.
Alzó sus ojos carmesíes al instante que avanzaba, después de cerrar el cajón, claro está. A solo unos pasos de distancia, parecía un felino que acechaba a su presa, ¿y cómo no asemejarse a uno, cuando el mismo muchacho que se paraba frente a él, gritó cual damisela en peligro con solo unas gotas de sangre? —No es necesario… Siempre está cerca~. Tan solo jugamos a pillarnos.— Pudo notar cómo su manga estaba manchada, provocando una risa que sonaba más a ronroneo, pero sin dejar el tinte de peligro y frialdad que salía automáticamente en su compañía.—Vamos, princesa, no querrás encontrarte con ella, ¿cierto~?— Es decir, en pocas palabras le sugería que se alejara de su propia persona, ya suficiente paciencia había tenido hasta el momento.
Con calma se giró sobre su eje de equilibrio, para así caminar a un ritmo que él mismo creó en su cabeza, junto con tararear suavemente en la oscuridad de la noche. Dudaba que le siguiera, no parecía tener tantos tornillos sueltos, aunque… si lo pensaba bien, Kyota no tenía muchas neuronas, que digamos. Campante movía sus piernas con constancia hasta llegar a la puerta de entrada, siguiendo la forma de la gran carpa por el borde, cuando encontró una que le llamó la atención. Estaba a la izquierda de la principal, y como no estaba tan lejos, pensó que podría partir por ahí. Sin embargo, tampoco se apuró demasiado al imaginar qué tan asustado estaría el mayor. "No tiene remedio." Suspiró insonoramente, pues aunque le quisiera lo más lejos posible, tampoco quería tener que cargar con la muerte de alguien y explicarle a los demás qué sucedió; sería demasiado problemático, y ya es de conocimiento universal que prefería esforzarse lo menos posible.
- OffRol:
- @LorenaStark18 ¡Bienvenida al foro~! Espero que lo disfrutes y lo pasemos bieen :3
@MeiLaing Ays, graciaas <3 Postearé con ella unos cuantos posts después, que no me gusta hacerlos demasiado cortitos (??) Lo que sí, aviso que no puede hablar :'D (Si no se notó antes o alguien lo olvidó, solo por si acaso(???) ), así que se comunica a través de miradas y pestañeos (???) A veces, pero ya menos, mueve los labios XDD
Re: [T] El circo macabro
Todos comienzan a moverse, aún hay personas que están shokeadas por la escena vivida, más nadie puede hacer nada. Nuevos personajes entran en escena, todos son sospechosos, pero en las circunstancias en las que se encuentran nadie, y repito nadie, se le pasa por la mente la idea de que tal vez con quién esté hablando es el gran asesino. La tensión no disminuye y por tanto nuevas situaciones se crean, haciendo que todo comience a ser verdaderamente divertido.
[...]
Mis ojos quedan parados sobre una muchacha que parece igual de aturdida que yo. Hago memoria intentando saber si es alguien conocido, y en el caso de que así sea, no meter la pata deliberadamente; más no, no consigo recordar nada relacionado con esa persona de cabellos blancos como los míos, así que deduzco que este se trata de nuestro primer encuentro. No parecía que fuese una rata de alcantarilla como el insolente, así que decidí tratarla con respeto.
Ella, después de un par de segundos examinandome, se levanta y limpia sus ropas, para luego quedarse con la mirada puesta sobre mi. Yo por mi parte le devuelvo la mirada, para nada intimidada o cortada. Parece que ambas esperamos a que la contraria comience y de el primer paso, por lo que un silencio se instala entre nosotras. Yo la miro desde abajo sin dejar de atender a todos los movimientos que hace. Una idea pasa por mi cabeza, exaltandome. Me levanto de golpe y a sabiendas de que está mal la señaló con el dedo índice.
¡Su marido la está buscando! ¡Piensa que está muerta! ¡Hay siete cadáveres y dos desaparecidos!
Noto un calambre seguido de un intenso dolor en el tobillo izquierdo, y me vuelvo a caer quedando de nuevo en el suelo. Mierda, ahora voy a tener dificultades para tocar mañana en la fiesta de Alicia Si, eso fue lo primero que pensé, no pensé que había un asesino suelto y por culpa de esto podría terminar muerta, no, pensé que mi carrera como pianista se vería interrumpida. Miro el lugar herido y masajeó lentamente la zona. No puedo evitar gemir cuando mis dedos se posan sobre el lugar. Creo que me he esguinzado. Anteriormente ya he sufrido muchas más de estas molestas heridas, pero hacía bastante tiempo que nada como esto me sucedía, realmente haber venido había sido una mala idea.
Levanto mi vista y me encuentro con los ojos violacios de la chica, es un poco vergonzosa mi situación, y prefiero no saber lo que está pasando por su mente, más voy a precisar de su ayuda. Lentamente trago saliva.
Perdone mi anterior intervención bajo la cabeza en señal de disculpa. Siento si está confusa, pero es preciso que me preste atención y que me brinda su ayuda pare un momento y se me ocurrió una idea Le pagaré bien si hace lo que le digo la gente solo se movía si había dinero de por medio, bueno había excepciones, pero en este momento no me interesaría en absoluto que lo fuera. Por cierto, mi nombre es Eyrene
- off rol:
Bienvenida LorenaStark18 n.n encantada de conocerte XD, sopita again!!!! puedo llamarte Lore ^.^? *Huye*
Seguro que tendremos mucho desmadre, así que prepárate XP
Como bien sabrás, o te imaginas, Eyre es toda una señorita así que me disculpo por posibles críticas que le haga a la pobre Devo <3
Pd: Dios, no me canso ni un solo segundo de Sophia, que ya hacia tiempo que no aparecía, ni de Ren, que sigue siendo amor.
Pd2: Me dejo super confundida lo de Kyota jajajaja, pero ahora ya ate cabos y lo combrendi *le pegan*
Xiasama
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Fecha de inscripción : 06/01/2017
Localización : Yo hábito en tu imaginación...(^^)
Re: [T] El circo macabro
La joven le devuelve la mirada y, por primera vez, Deborah emplea los segundos siguientes en observar como era: tenía más o menos su misma estatura, cabellos blancos y ojos carmesí; era obvio que nunca antes la había visto, su forma de vestir era muy distinta a la de las personas con las de Deborah se juntaba, ya que si bien era muy poca, no tenían el mismo estilo. Se la veía alguien elegante y con clase, más esta afirmación corre riesgo de ser verdad cuando, de pronto, la peliblanca se levanta y la señala con el dedo (un gesto muy poco cortés según Deborah) para después comenzar a gritar algo de un marido, unos cadáveres y unas personas desaparecidas.
El rostro inexpresivo de Deborah no cambia por estas palabras, pero un pequeño tic -casi imperceptible- en su ceja izquierda da a entender que se encuentra confusa e, incluso, que piensa que la chica que tenía delante se había vuelto loca. No hace el intento de ayudarla cuando esta vuelve a caerse al suelo, al parecer se había dañado el tobillo con la caída. Está cerca de marcharse, no tenía tiempo para perder con tonterías, y estaba segura que la chica le estaba tomando el pelo, pero cuando la voz de la desconocida se hace presente esa idea desaparece de su mente.
Había que decirlo, esa joven estaba muy equivocada si pensaba que, por algún motivo, iba a recibir la ayuda de Deborah. Esta no se caracterizaba por alguien amable que ayudase a los necesitados, y mucho menos cuando los acababa de conocer de una forma tan ridícula. Voltea sobre si misma, dispuesta a irse, cuando la peliblanca menciona que le pagaría bien si la ayudaba. Fueron esas simples palabras las que hicieron un "click" en la cabeza de Deb, después de todo un negocio siempre sería un negocio, y por el aspecto que la otra muchacha tenía podía quitar una buena tajada; tal vez incluso recuperaría el dinero que había perdido al no presentarse en la reunión con aquel hombre. Un pequeño bufido sale entre sus labios, gira sobre si misma y extiende su mano en dirección a Eyrene -que se había presentado anteriormente-. La ayuda a ponerse en pie y coloca su brazo alrededor de sus hombros, para que recargase parte de su peso en ella.
— Deborah ... — murmura, presentándose y hablando por primera vez en lo que llevaba de día. Si bien no solía decir su nombre a gente desconocida, en este instante Deborah solo veía un negocio, y le gustaba mantener informados a sus negociantes y viceversa. No dice una sola palabra más, simplemente espera a que Eyrene vuelva a tomar la palabra y le explique a qué lugar quiere ir, para terminarlo rápidamente y poder largarse de una maldita vez de ese lugar.
El rostro inexpresivo de Deborah no cambia por estas palabras, pero un pequeño tic -casi imperceptible- en su ceja izquierda da a entender que se encuentra confusa e, incluso, que piensa que la chica que tenía delante se había vuelto loca. No hace el intento de ayudarla cuando esta vuelve a caerse al suelo, al parecer se había dañado el tobillo con la caída. Está cerca de marcharse, no tenía tiempo para perder con tonterías, y estaba segura que la chica le estaba tomando el pelo, pero cuando la voz de la desconocida se hace presente esa idea desaparece de su mente.
Había que decirlo, esa joven estaba muy equivocada si pensaba que, por algún motivo, iba a recibir la ayuda de Deborah. Esta no se caracterizaba por alguien amable que ayudase a los necesitados, y mucho menos cuando los acababa de conocer de una forma tan ridícula. Voltea sobre si misma, dispuesta a irse, cuando la peliblanca menciona que le pagaría bien si la ayudaba. Fueron esas simples palabras las que hicieron un "click" en la cabeza de Deb, después de todo un negocio siempre sería un negocio, y por el aspecto que la otra muchacha tenía podía quitar una buena tajada; tal vez incluso recuperaría el dinero que había perdido al no presentarse en la reunión con aquel hombre. Un pequeño bufido sale entre sus labios, gira sobre si misma y extiende su mano en dirección a Eyrene -que se había presentado anteriormente-. La ayuda a ponerse en pie y coloca su brazo alrededor de sus hombros, para que recargase parte de su peso en ella.
— Deborah ... — murmura, presentándose y hablando por primera vez en lo que llevaba de día. Si bien no solía decir su nombre a gente desconocida, en este instante Deborah solo veía un negocio, y le gustaba mantener informados a sus negociantes y viceversa. No dice una sola palabra más, simplemente espera a que Eyrene vuelva a tomar la palabra y le explique a qué lugar quiere ir, para terminarlo rápidamente y poder largarse de una maldita vez de ese lugar.
- Off Rol ^^:
- ¡Gracias a todas por la bienvenida! nwn el rol está demasiado interesante <3
@Xiasama , tendrás que perdonar la actitud de Deborah uwu espero que tu niña tenga paciencia con ella. Definitivamente le acertó con la propuesta del dinero xD no pudo resistirse a ayudarla por ese motivo. Por el momento Eyrene ya ha conseguido un logro: saber su nombre jajaja ... A ver a dónde nos lleva todo esto <3. Por cierto, claro que puedes decirme Lore nwn
LorenaStark18
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Re: [T] El circo macabro
Noto como un casi imperceptible bufido se cuela por entre sus labios. Parece que mis palabras surgen efecto, ya que mi interlocutora se voltea y me ayuda a levantarme, no con rudeza, más con menos delicadeza de la que esperaba, haciendo que me recordase a mi hermana cuando éramos pequeñas. La miro discretamente y algo maternal se enciende dentro de mi, no pude salvar a mi hermana, pero tal vez pueda darle una buena vida a esta. Si de verdad se trata de la esposa de aquel hombre, y está casada con el por compromiso, yo me encargaré de que ya no tenga que preocuparse. No suelo ser afectiva con los desconocidos, pero ella posee un aura que me recuerda demasiado a mi pariente. En ningún momento media una sola palabra, por lo que comienzo a pensar que tal vez sea muda.
Coloca mi brazo alrededor de sus hombros, y yo cargo parte de mi peso, el suficiente para que los pinchazos no sean insoportables pero el mínimo para que no le llegue a ser molesto. Aún en esta posición, el tobillo escuece. De nuevo recuerdos. Veo la primera vez que me esguince, recuerdo que tenía cinco años, también que había llorado a gritos además de haber pedido ayuda a gritos, y también recuerdo que como recompensa había recibido una bofetada por parte de mi madre, además de gritos de mi padre por ser una niña tan molesta. Aparto rápidamente esos pensamientos de mi mente e intento centrarme en el presente.
— Deborah ... — fue apenas un murmuro casi imperceptible, incluso pensé que eran imaginaciones mías. Parpadee una par de veces confusa y la mire esta vez de una manera un poco menos discreta. Al fin y al cabo no era muda. No pude evitar sentirme u poco decepcionada, ya que esperaba que se llamará como ella. Carraspee al ver que ella no tenía intenciones de decir nada más, y con la mano libre me coloque el cabello, que seguro que estaba destrozado y todo revuelto. Esto en parte era para cuidar un poco las formas y para conseguir un poco de tiempo para pensar.
Ejem... Bien... Pues encantada de conocerla... creo que lo mejor sería ir junto a los demás pare un momento y recompuse mi opinión. No. Vamos a la carpa. Tengo que encontrarlo seguro que la chica no sabía en qué se estaba metiendo, y seguro que no sabía lo de los cadáveres, así que decidí aprovechar su ignorancia, y como la última frase había sonado sospechosa comencé un tema de encubrimiento. ¿Que le gustaría a cambio de su trabajo? además para que quedara mas realista comencé a moverme muy lentamente dirección la gran carpa.
- off rol:
Lore,kya, me gusta decirlo ^.^no te preocupes por tu niña, que sepas que Eyre ya la ama <3 si somos sinceros todos los pj tan lokitos XD pero eso es lo que mola u.u
Xiasama
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Re: [T] El circo macabro
Aun no lograba comprender como se había metido en todo aquel lío. Sus planes eran sencillos: venir a Whitechapel, pasar allí la noche y hoy, simplemente, esperar a que llegase la hora de su cita para terminar su negocio. Y después volver a su casa. Era coser y cantar, si, pero no lo había conseguido realizar con éxito, y todo por haber venido a ver la función de circo. Se sentía enfadada consigo misma por haber caído ante la curiosidad, pero tampoco pensaba culparse durante mucho tiempo más, después de todo era humana. Y de cierta forma había tenido suerte de encontrarse con la peliblanca, al menos conseguiría algo de dinero y el maldito viaje no habría sido en vano. No era costumbre para Deborah ayudar a la gente, pero en esta ocasión haría una excepción si podía conseguir algo bueno a cambio.
Observa de reojo a Eyrene, esta -según a ojos de Deborah- se sentía algo incómoda, lo que no sabía era si por la situación o por otra cosa. Pero no le presta mayor atención a esto cuando vuelve a tomar la palabra, añadiendo que lo más recomendable sería ir junto al resto de personas. Estas palabras confunden a Deb, — ¿Hay más personas? — se pregunta a sí misma, odiando la idea de tener más gente a su alrededor, como sino fuese suficiente con todo lo que tenía encima. Para su suerte la joven cambia su opinión, diciendo que era mejor ir a la carpa a ... "¿Encontrarlo?" ... Son esas últimas palabras las que causan algo de desconfianza y confusión en Deborah, ya que no entendía ese cambio tan repentino.
Finalmente decide no prestarle mayor atención, en caso de que algo comenzase a darle
mala espina se iría sin preguntar y sin mirar atrás, aunque eso significase dejar a la muchacha atrás y sin poder cobrar el dinero.
Tenía la esperanza de que el camino hasta la carpa se hiciese en silencio y sin ninguna intervención; sin embargo, su deseo no pudo hacerse realidad ya que nuevamente Eyrene tomó la palabra. Definitivamente era una chica muy diferente a Deborah, esta última siempre evitaba tener una conversación con el resto, socializar no era algo que le gustase. Era por eso mismo que no comprendía la ilusión que tenían el resto de conocer a personas nuevas, hablar con ellas y forjar una amistad. —¿Qué puedes ofrecerme? — fueron pocas palabras, pero simples y directas, no quería ir con rodeos. Solo esperaba que su respuesta no le resultase insignificante y que fueran ya dos errores cometidos en el mismo día: uno venir al circo y, el otro, ayudar a la peliblanca.
Continuó su camino, sin soltar ni un segundo a la joven, esperando su respuesta. Ya estaban cerca de la carpa.
Observa de reojo a Eyrene, esta -según a ojos de Deborah- se sentía algo incómoda, lo que no sabía era si por la situación o por otra cosa. Pero no le presta mayor atención a esto cuando vuelve a tomar la palabra, añadiendo que lo más recomendable sería ir junto al resto de personas. Estas palabras confunden a Deb, — ¿Hay más personas? — se pregunta a sí misma, odiando la idea de tener más gente a su alrededor, como sino fuese suficiente con todo lo que tenía encima. Para su suerte la joven cambia su opinión, diciendo que era mejor ir a la carpa a ... "¿Encontrarlo?" ... Son esas últimas palabras las que causan algo de desconfianza y confusión en Deborah, ya que no entendía ese cambio tan repentino.
Finalmente decide no prestarle mayor atención, en caso de que algo comenzase a darle
mala espina se iría sin preguntar y sin mirar atrás, aunque eso significase dejar a la muchacha atrás y sin poder cobrar el dinero.
Tenía la esperanza de que el camino hasta la carpa se hiciese en silencio y sin ninguna intervención; sin embargo, su deseo no pudo hacerse realidad ya que nuevamente Eyrene tomó la palabra. Definitivamente era una chica muy diferente a Deborah, esta última siempre evitaba tener una conversación con el resto, socializar no era algo que le gustase. Era por eso mismo que no comprendía la ilusión que tenían el resto de conocer a personas nuevas, hablar con ellas y forjar una amistad. —¿Qué puedes ofrecerme? — fueron pocas palabras, pero simples y directas, no quería ir con rodeos. Solo esperaba que su respuesta no le resultase insignificante y que fueran ya dos errores cometidos en el mismo día: uno venir al circo y, el otro, ayudar a la peliblanca.
Continuó su camino, sin soltar ni un segundo a la joven, esperando su respuesta. Ya estaban cerca de la carpa.
- Off:
- Xia (¿te puedo decir así? nwn) ains, me alegra escuchar eso, Deborah puede resultar bastante odiosa cuando quiere. Tu niña es muy adorable y me cuesta no hacer que Deb le hable o la trate bien uwu' haber si consigue que cambie un poquito xD que incluso a mi me quita de quicio jajajajaja ... Cierto, todos están super loquitos OwO ¡mejor aun! xD ... Ya están cerquita de la carpa, haber que pasa ahora jaja
LorenaStark18
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Re: [T] El circo macabro
Mire de nuevo la carpa y un escalofrío recorrió mi espalda. Daba miedo, ahora daba miedo. Ya no había largas colas esperando a ver la función, ya no había niños gritando, jugando y riendo, ya no había gente alborotando y haciendo ruido, ahora estaba todo calmado, demasiado calmado, daba miedo. Tragué saliva y deje que que un poco de aire saliera por entre mis dientes, esto se estaba tornando demasiado complicado, fue un grandísimo error, debí rechazarlo cuando el me lo propuso, debí haber puesto una escusa, pero como una tonta cedí ante sus caprichos, como recompensa había recibido burlas por un insolente y un esguince, que dolía cada vez que posaba el pie en el suelo.
- ¿Que puedes ofrecerme?- esta pregunta me desconcertó un poco, esperaba que me dijera algo que fuese casi inalcanzable, con un precio sumamente alto, pero veía que su ambición e inteligencia eran más grandes. No puede evitar que una fuerte carcajada poco educada escapara de entre mis labios. Realmente se parecía a ella. ¿Que crees que puedo ofrecerte? La mejor forma de hacer hablar a mi hermana era con preguntas a las preguntas, muchas de nuestras conversaciones consistían en eso y realmente amaba eso. Sonreí esperando su respuesta, y mientras tanto cerrábamos los últimos metros para llegar a la carpa.
Mi corazón se paró al mirar al interior, me parecía imposible que tan solo un par de horas antes estuviera repleto de personas dispuestas a divertirse y pasar un buen rato, ahora estaba vacío y había siete cadáveres, todos con perfectos cortes. Había un asesino suelto, dispuesto a matar a sangre fría al primero que se le cruzase, el había desaparecido y aún por encima dependía completamente de una desconocida que solo se movía por interés propio.
Si, definitivamente daba miedo. Observé el interior con ojos críticos, no parecía haber nada fuera de lo común, y por supuesto el no estaba ahí. Eso me lo esperaba, pero aún así dolía, aun tenía la esperanza de que estuviera aguardando a que llegará, que me sonreiria y se acercaría a mi, para luego regañarme por haberne ido sin avisarle. Volví a suspirar y me separé un poco de la chica, sentandome con cuidado en uno de los asientos. Mire el centro del escenario, aún me picaba un poco la curiosidad saber qué clase de actos tendrían, bueno, me quedaría sin saberlo.
Descansemos un rato... me calle de golpe al ver una cosa que me alarmó. Inmediatamente me puse tensa. Podía ser el... O podía no serlo... Amigo... Enemigo...Gato...Perro.. ni idea de lo que era, tan solo sabía que era algo. Me levanté de golpe olvidando mi tobillo, haciendo que pegara un grito y por acto reflejo me agarrara a Déborah.
- off rol:
Claro que puedes llamarme Xia, de hecho así lo prefiero XD
Pd: yo estoy moviendo a mi pj como me placer, inventando un millón de cosas, así que si algo está mal solo decir XDDDDDD *huye*
Xiasama
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Re: [T] El circo macabro
A cada paso que daban se encontraban más cerca de la carpa. Deborah no se había percatado hasta ese mismo momento que todas las personas que había cuando llegó habían desaparecido, dejando un ambiente muy diferente al anterior, incluso podría considerarse tétrico y misterioso. Ya no había ruído, ni gritos, ni caras sonrientes y emocionadas ... simplemente silencio. ¿Tanto tiempo había pasado encerrada en el baño? ¿Cómo podía ser que ya hubiera terminado la función? No lograba comprender lo que ocurría, más en ese instante lo único que tenía en mente era terminar su "trabajo" y regresar a su casa, para conseguir olvidarse al fin de ese fatídico día.
—¿Que crees que puedo ofrecerte?— Aunque nunca llegase a admitirlo la contra pregunta que la peliblanca le hizo llegó a sorprenderle, notándose cuando esta enarcó una ceja en señal de sorpresa y confusión. Deborah no tenía en sus planes decirle una cifra, tal vez podría dar una cantidad más pequeña de la que la muchacha tenía pensada, y en ese caso sería ella la que terminaba perdiendo. Espera unas décimas de segundo, para volver a tomar la palabra nuevamente. — ¿Tienes algo bueno qué ofrecerme? — pregunta con tono cansado y molesto, obviamente se encontraba harta de la conversación. Observa a Eyrene de arriba a abajo, esperando que su apariencia no fuese una simple fachada y que en realidad no tuviese un solo peso que darle. Con solo imaginarse que podía ser así se sentía estúpida, porque la habría ayudado para nada.
Finalmente entran en la carpa, para Deborah era la primera vez que se encontraba dentro de esta; sin embargo, por el rostro que la otra joven ponía era obvio saber que estaba buscando "algo" o a "alguien". Un suspiro se escapa de entre sus labios, al parecer no había conseguido su cometido, terminando por sentarse en uno de los asientos.
Mientras tanto Deborah se mantiene de pie, observando el lugar con detenimiento, era tan grande como aparentaba por fuera. Posa nuevamente su mirada en la joven cuando toma la palabra, más esta se corta a mitad de la oración, observando a un lugar en concreto. Voltea en esa dirección, más al no ver nada fuera de lo normal vuelve a su posición inicial.
— ¿A quién buscas? — le pregunta, intentando resolver una de las dudas que su mente tenía. Lo hace directamente, sin rodeos, no quería hablar más de lo necesario, y si lo estaba haciendo en ese instante era solo porque la situación, a cada segundo, le resultaba más extraña.
—¿Que crees que puedo ofrecerte?— Aunque nunca llegase a admitirlo la contra pregunta que la peliblanca le hizo llegó a sorprenderle, notándose cuando esta enarcó una ceja en señal de sorpresa y confusión. Deborah no tenía en sus planes decirle una cifra, tal vez podría dar una cantidad más pequeña de la que la muchacha tenía pensada, y en ese caso sería ella la que terminaba perdiendo. Espera unas décimas de segundo, para volver a tomar la palabra nuevamente. — ¿Tienes algo bueno qué ofrecerme? — pregunta con tono cansado y molesto, obviamente se encontraba harta de la conversación. Observa a Eyrene de arriba a abajo, esperando que su apariencia no fuese una simple fachada y que en realidad no tuviese un solo peso que darle. Con solo imaginarse que podía ser así se sentía estúpida, porque la habría ayudado para nada.
Finalmente entran en la carpa, para Deborah era la primera vez que se encontraba dentro de esta; sin embargo, por el rostro que la otra joven ponía era obvio saber que estaba buscando "algo" o a "alguien". Un suspiro se escapa de entre sus labios, al parecer no había conseguido su cometido, terminando por sentarse en uno de los asientos.
Mientras tanto Deborah se mantiene de pie, observando el lugar con detenimiento, era tan grande como aparentaba por fuera. Posa nuevamente su mirada en la joven cuando toma la palabra, más esta se corta a mitad de la oración, observando a un lugar en concreto. Voltea en esa dirección, más al no ver nada fuera de lo normal vuelve a su posición inicial.
— ¿A quién buscas? — le pregunta, intentando resolver una de las dudas que su mente tenía. Lo hace directamente, sin rodeos, no quería hablar más de lo necesario, y si lo estaba haciendo en ese instante era solo porque la situación, a cada segundo, le resultaba más extraña.
- Off:
- Gracias bella nwn entonces te diré Xia <3 ... Me pregunto que ocurrirá ahora jajaja me resultó curioso que Eyrene mirase algo dentro de la carpa OwO
LorenaStark18
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Localización : 'Sigo nadando a la nada; un barco sin puerto.'
Re: [T] El circo macabro
ANUNCIO IMPORTANTE
¡He vuelto! Al fin tengo internet y a pesar de la emoción que me invade el mensaje será corto.
Gracias por esperar y si aún siguen aquí, comenten en el otro tema (cuando lo vean, si no aparece, no se asusten). Les pondré el url aquí (esperando por url). Allí tienen su primer objetivo, aquí no más; así sabré que van a rolear y verán el nuevo escenario.
¡He vuelto! Al fin tengo internet y a pesar de la emoción que me invade el mensaje será corto.
Gracias por esperar y si aún siguen aquí, comenten en el otro tema (cuando lo vean, si no aparece, no se asusten). Les pondré el url aquí (esperando por url). Allí tienen su primer objetivo, aquí no más; así sabré que van a rolear y verán el nuevo escenario.
Master
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